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Plan Académico-Administrativo



I.       Introducción
La Universidad de Puerto Rico (UPR) es una de las instituciones  que más ha aportado  al desarrollo de nuestro país. A través del Siglo 20, la Universidad fue clave en apoyar la modernización económica e institucional de Puerto Rico preparando los cuadros profesionales para dirigir dicho proceso. Jugó, también, un papel importante en el desarrollo de la gestión cultural y promoción de la equidad y mejoramiento social del pueblo. Como la primera institución de educación superior del país se ha distinguido por sus aportaciones a la enseñanza, al estudio en las disciplinas, a la investigación y labor creativa.
El siglo 21 le impone a la Universidad de Puerto Rico nuevos retos. Debemos, además, destacarnos por nuestro presente y por el compromiso con una visión de la universidad pertinente y efectiva para enfrentar los retos de estos tiempos, con la excelencia en la enseñanza, la investigación, la creación  y el servicio. Un estudio del desarrollo de las universidades nos muestra que esta institución milenaria se ha ido transformando de acuerdo a las realidades de la sociedad en la cual convive. Por ejemplo, a partir del Renacimiento, las investigaciones científicas se hacían en las academias, entidades separadas de las universidades. En el siglo XIX cuando la universidad medieval se transformó en la universidad moderna, la Universidad de Humbolt en Alemania asume la investigación como su misión. La historia nos enseña cómo la universidad se ha ido transformando ante las realidades de las diferentes épocas, y cómo al no hacerlo ha perdido su pertinencia. Así, por ejemplo, en los albores del Renacimiento, la Universidad escolástica de la Edad Media, aferrada a la especulación filosófica perdió su sitial en el desarrollo de las nuevas disciplinas científicas y la preparación de los funcionarios de los Estados emergentes. Estas funciones fueron asumidas por las nuevas academias; como la Academia Platónica en Florencia, la Royal Society británica y la Academia de Ciencias Francesa, las cuales produjeron los nuevos avances en la ciencia y el desarrollo de los funcionarios para los nuevos Estados (Kimball, 1995).
Hoy, ante las transformaciones en los campos del saber; la importancia del conocimiento para resolver nuestros problemas, así como abrir posibilidades; las oportunidades cada vez mayores en áreas interdisciplinarias; las posibilidades que presentan las tecnologías de la información, como por ejemplo, el intercambio y trabajo conjunto entre profesores de diversos recintos y de estos en foros internacionales, y sobre todo la educación a distancia para atender múltiples poblaciones a nivel de Puerto Rico e internacionalmente. Por otro lado,  la estrechez económica  nos obliga a buscar formas más eficientes  para el desempeño de nuestra misión por lo que es preciso que la institución repiense la forma para llevarla a cabo.
Por ejemplo, si la Universidad quiere continuar asumiendo un liderato en el desarrollo socioeconómico de Puerto Rico, no puede limitarse a preparar profesionales educados para contribuir desde posiciones en el gobierno, la empresa y otras instituciones privadas y comunitarias, sino que al igual que muchas universidades alrededor del mundo tiene que jugar un papel protagónico en la creación de nuevos conocimientos, y en la traducción de estos conocimientos para la generación de acción que mejore la calidad de vida y genere riqueza y actividad económica en el país (Collins, Bosworth, Soto-Class, 2006).  Al igual que plantea el Informe de CINDA (2007) “La universidad iberoamericana debe construir un nuevo modelo de universidad que, sobre la base de la tradición de la universidad moderna, incorpore nuevas funciones y pautas que la conviertan en motor del desarrollo sostenible de nuestras sociedades.”
Existe ya en la UPR actividad investigativa dirigida a la creación de nuevo conocimiento. Para que la misma se multiplique es preciso, como plantea el profesor de Ciencias Médicas, el Dr. Abel Baerga Ortiz en su artículo en Claridad (2 al 8 de febrero de 2012), desarrollar un ecosistema de innovación. También, hay iniciativas para traducir los inventos a actividades que fomenten mayores ingresos y mejoren la calidad de vida, como el trabajo del Centro de Negocios y Desarrollo Económico del Recinto de Mayagüez. Tenemos, también, el Materials Characterization Center, Inc., que combina la investigación con el servicio a las empresas y el apoyo a nuevas iniciativas de desarrollo económico. En el área social y cultural también hay proyectos que  a partir de la investigación desarrollan  alternativas para resolver los problemas y enriquecer las actividades culturales. Es preciso aprender de estos modelos y apoyar el que tomen un papel más activo y de mayor alcance en la universidad.  A la vez se necesita un mayor esfuerzo de mercadear los productos de estas actividades, tanto en el país como en el extranjero. Este componente se puede trabajar en alianza con las facultades de Administración de Empresa.  
En estos nuevos escenarios los egresados deben ser personas creativas, con iniciativa, listos a asumir riesgos, gestores de alternativas para resolver los problemas con un sentido de responsabilidad social. A partir de los procesos de avalúo del aprendizaje que se llevan a cabo en los Recintos, se identificarán prácticas que apoyan el desarrollo de este perfil  y se promoverá el intercambio y  aprendizaje entre pares. Por ejemplo, he participado en el Comité de la Facultad de Ciencias Naturales (RRP) de los coordinadores de avalúo del aprendizaje de los diversos departamentos. El intercambio de ideas y experiencias que se da en este Comité ha sido muy enriquecedor y lleva a compartir prácticas exitosas que adaptamos luego en los diferentes departamentos. Ampliar este intercambio a nivel de sistema será una de nuestras iniciativas.
A su vez, el alto costo de la investigación y  la labor universitaria, ante una situación fiscal limitada en el país, va a requerir  intensificar la búsqueda de nichos, y ampliar el intercambio y la colaboración entre las unidades de la propia universidad; de la UPR con el gobierno, la empresa y las iniciativas comunitarias, con otras universidades, del país y del extranjero. De hecho, es importante trabajar por una agenda de investigación para el país en colaboración con las universidades privadas.
La Agenda para la Planificación en la Universidad de Puerto Rico (2006-2016): Diez para la Década presenta iniciativas  para atender los nuevos retos de la UPR utilizando en forma óptima sus recursos, diversificando sus fuentes de ingresos, ampliando, entre otras cosas, los fondos externos; agilizando los procesos administrativos, promoviendo una cultura de evaluación y avalúo institucional que apoye un proceso de planificación estratégica que permita presupuestar de acuerdo a las prioridades que establezca la comunidad universitaria.

II.    Agenda para la Planificación en la Universidad de Puerto Rico (2006-2016): Diez para la Década

Se continuará trabajando en la Agenda para la Planificación en la Universidad de Puerto Rico (2006-2016): Diez para la Década, a la par que se evalúa y se actualice el Plan a las realidades presentes y escenarios futuros. Así los diez principios que se plantean en dicho documento constituirán el marco de nuestra gestión:
·      Vínculo sostenido con los estudiantes
·      Culturas académicas de actualización, experimentación y renovación
·      Investigación competitiva
·      Liderato en la inversión comunitaria y en la gestión cultural
·      Vocación para un mundo global
·      Eficiencia y belleza en los espacios naturales y edificios
·      Actualización  tecnológica
·      Optimización administrativa y gerencial
·      Identidad institucional fortalecida
·      Cultura de evaluación  y avalúo institucional
Entendemos que es esencial dar continuidad a la labor universitaria, entre otras cosas, para sostener las alianzas con investigadores en y fuera de Puerto Rico. Dialogando con profesores puertorriqueños en el exterior, estos nos informan que entre la comunidad de investigadores hay el convencimiento  que no se deben hacer proyectos conjuntos con la UPR por la falta de continuidad en el apoyo a los mismos. Por el bien de la UPR y el País, es necesario cambiar esta percepción, de hecho cierta, dando continuidad al plan estratégico de la institución. El plan estratégico a su vez debe ser discutido y aprobado por la comunidad universitaria de forma que se defienda su estabilidad.

III.  Iniciativas prioritarias
Al trabajar con los diez principios anteriores, y en atención a las necesidades que enfrenta el país y la UPR daremos prioridad a las siguientes acciones:

a.     Afirmar la misión histórica de la UPR con sus grandes aportaciones a la enseñanza, al estudio en las disciplinas, a la investigación y labor creativa

Christensen y Eyring en su libro The Innovative University (2011) afirman que el desarrollo de una universidad de innovación debe partir de las mejores tradiciones de la institución, añadiendo las innovaciones que lleven las mismas a mayores logros. Así el desarrollo de la UPR debe partir de sus fortalezas, promoviendo la más alta excelencia en la docencia, la calidad de la oferta académica, la investigación y la obra creativa. De hecho, las fortalezas de la UPR son muchas, su claustro se distingue por sus aportaciones a la cultura, a la ciencia, a la investigación social. Sus estudiantes sobresalen en sus logros académicos. Contamos con miembros del personal no docente con gran compromiso con la institución.
Añaden estos autores que el ambiente actual de la educación superior requiere que cada institución identifique las áreas en que sobresale y las potencie. Así cada unidad del sistema universitario debe identificar su nicho, desarrollarlo y en alianza con otras unidades incrementar su aportación.

b.    Conectar el conocimiento con la acción colectiva
La UPR como la universidad pública tiene una gran responsabilidad con el País. Existen ejemplos, en todos los Recintos, de proyectos colaborativos con el gobierno, las empresas y entidades comunitarias. Además del servicio al país, estos proyectos ofrecen oportunidades  de investigación y  aprendizaje  a los docentes y estudiantes. Por ejemplo, el Centro Universitario para el Acceso, en Mayagüez, trabaja con uno de los problemas más apremiantes del País: la desigualdad educativa. El mismo ha sido fuente de investigaciones, a la vez que ha servido de experiencia para los estudiantes universitarios. El Recinto de Ciencias Médicas tiene múltiples proyectos de investigación que estudian problemas de salud, ambientales, de violencia, a la vez que son un laboratorio para los estudiantes.  En el Recinto de Río Piedras, el Proyecto CAUCE, une diversas facultades en el desarrollo de alternativas para Río Piedras, nuevamente ofrece un escenario de investigación a la vez que de experiencia para los estudiantes en los ámbitos cultural, educativo, comercial, social,  legal, urbanismo, planificación y las correspondientes disciplinas académicas.  Así mismo, el Instituto de Investigaciones Interdisciplinarias en Cayey, como diversos proyectos en Humacao, tienen un enfoque de trabajar con los problemas regionales, en forma interdisciplinaria y aplicada ofreciendo a los estudiantes experiencias de crecimiento académico. Para ampliar la colaboración con el país se trabajará en tres áreas:
·      Transformar la visión, aún arraigada en sectores de la UPR, sobre la relación de la Universidad con el gobierno y la empresa, de una visión de conflicto a una de colaboración. Esto, lejos de dejar a un lado la función  crítica  de  la Universidad, le da sentido a la misma. Al insertarse  en el proceso de construir  una sociedad  más justa,  de un crecimiento económico armónico con el ambiente, orientada  a la paz  y  mayor calidad de vida,  las críticas  hechas por la universidad  no se lanzan desde el atrincheramiento dentro de la torre de marfil, sino que emanan de  una comunidad  que  dialoga, critica y aporta. Hay ejemplos de  este tipo de relación. Recuerdo a nuestra compañera Ruth Hernández, líder cívica de Río Piedras dedicada colaboradora del gobierno municipal y estatal en los proyectos de desarrollo de Río Piedras, pero siempre fiel defensora de sus principios e ideas, y de los mejores  intereses de su comunidad.
·      Junto a los docentes involucrados en proyectos de colaboración, identificar los procesos administrativos que dificultan estos intercambios y desarrollar procesos que agilicen y faciliten la colaboración.
·      Ampliar la comunicación con el País sobre las posibilidades que ofrece la UPR para apoyar sus actividades.

En este proceso de colaboración, la Universidad tiene mucho que aportar  a la vez que aprender. Por ejemplo, una lección para la UPR al trabajar con los problemas de la sociedad es percatarse que gran parte de la dificultad en resolverlos está en la forma como se definen. Corrientemente  se limitan  los problemas  a una causa  inmediata.  Así, por ejemplo, los problemas  de delincuencia se plantean como problemas de control de actos delictivos, los problemas  educativos, como problemas pedagógicos. Se separa el análisis de los problemas  en las áreas tradicionales en que se han tratado y que hasta ahora  no han logrado buenos resultados. La complejidad de nuestros problemas, la naturaleza cada vez más interdisciplinaria de las oportunidades y las soluciones, requiere de alianzas y trabajo en equipo. Existen ya ejemplos de alianzas en la UPR, la Planta Piloto de Procesos Bio Industriales, en Mayagüez, colabora con la Compañía de Fomento Industrial y la industria de biotecnología con sede en Puerto Rico; la restauración del Acueducto Histórico de San Juan, fundamental para la preservación de nuestro patrimonio es “una interacción entre la Universidad, la Autoridad de Acueductos y Alcantarillados, administrada entonces por una firma privada, el Fideicomiso de Conservación de Puerto Rico, que tenía el peritaje para echar adelante las obras, y el Banco Gubernamental de Fomento de Puerto Rico, que estuvo dispuesto a ampliar el margen de arbitraje financiero del Fideicomiso específicamente para permitir el desarrollo de este proyecto” (García Padilla, 2012).
Facilitar el desarrollo de estas conexiones y trabajo en equipo requiere que se desarrollen procesos que apoyen el  intercambio de ideas y conceptos de las diversas  disciplinas, entre las unidades del sistema, entre el sistema y el gobierno, la empresa y grupos comunitarios, así como con la comunidad internacional. Una de las tareas principales de la Presidencia será desarrollar, junto a los docentes y no docentes con experiencia en estas alianzas, los procesos que faciliten estos intercambios.
Los enlaces con el Gobierno irán dirigidos a ampliar la participación de la UPR en los estudios, investigaciones y el desarrollo profesional que encomienda el Gobierno  a asesores externos. Existe ya la práctica intramural, en la cual se trabajará para hacerla más eficiente y extender su actividad. Se ampliarán los fideicomisos que permitan que se utilice la productividad de los profesores en desarrollar el personal gubernamental con nuevas herramientas para resolver  los problemas del país e inventar nuevas alternativas, a la par que generan ingresos para enriquecer el ambiente universitario.  En efecto, las universidades más dinámicas del mundo que son hoy centros de investigación y desarrollo, están a su vez profundamente imbricadas en su entorno. Por ejemplo, la Universidad de California en Berkeley, una de las universidades más prestigiosas en la investigación científica, a su vez trabaja mano a mano con el estado de California en investigaciones en la acción que buscan alternativas a los problemas sociales y económicos del estado. Los análisis teóricos, por ejemplo de economía, dan marco a la investigación en la acción, la que a su vez lleva a revisar los marcos teóricos. Este intercambio abona a la riqueza, tanto de los marcos teóricos, que no se anquilosan en alternativas no viables, como a la de la investigación en la acción, que se nutre de ideas y modelos que genera el análisis teórico. 
Otra oportunidad de alianzas es con los egresados que trabajan en las universidades más prestigiosas del mundo. Muchos de ellos están en la mejor disposición de colaborar con sus talentos a enriquecer la UPR.  Se trabajará en ampliar el integrar ese talento a la UPR, por ejemplo; seminarios cortos durante los meses de diciembre y enero; cursos en líneas; investigaciones conjuntas. 

c.     Promover un ecosistema emprendedor y de innovación
Para lograr que la UPR aporte soluciones innovadoras al país, es necesario que la propia universidad promueva un ecosistema emprendedor e innovador, con una mirada al futuro. Es necesario promover una cultura en donde se privilegie la imaginación, los nuevos saberes, el pensamiento innovador y el análisis de las tendencias hacia el futuro. Desarrollar esta cultura requiere cambios en diversos aspectos de nuestro quehacer, desde los procesos administrativos hasta la forma como se organiza la tarea académica.
Las reglas y procesos administrativos de la UPR propician el estado actual y desalientan la implantación de proyectos nuevos. Tratar de cambiar la práctica, o desarrollar algún proyecto innovador se convierte en una tarea llena de escollos. En este ambiente, es muy común la experiencia de profesores que tienen que recurrir a organizaciones fuera de la UPR para llevar a cabo sus proyectos de investigación e innovación. Se pierde así un laboratorio para los estudiantes y una instancia para apoyar un ambiente de creación. Es necesario trabajar en simplificar y agilizar estos procesos de forma que se apoye la innovación en las diversas tareas docentes: enseñanza, servicio e investigación. 
A la par que se simplifican y agilizan los procesos, se requiere revisar los reglamentos para tomar en cuenta las nuevas realidades, por ejemplo revisar las clasificaciones de personal. De hecho, es importante que  la Universidad experimente con nuevos métodos de administración que la liberen de la excesiva burocratización, se convertiría la propia Universidad en un laboratorio para mejorar la administración pública.
Es necesario también desarrollar procesos que incentiven y reconozcan el mérito, tanto en los docentes como en los no docentes. En el caso de los no docentes se debe revaluar el reinstalar los pasos por méritos.

d.    Apoyar la educación por vida
La UPR debe insertarse en una política de educación por vida. Esto requiere una relación más estrecha con el sistema educativo pre universitario, así como programas para atender al desarrollo de adultos que interesan poner al día sus conocimientos,  desarrollar una nueva preparación o enriquecer su ocio.  En el caso del sistema pre universitario la UPR tiene una doble tarea: apoyar el desarrollo K-16 y fortalecer sus programas de preparación de maestros. De hecho, el apoyar a mejorar la educación pre-universitaria y la transformación de la preparación de los profesionales de la educación deben ser tareas interrelacionadas. A  medida que se trabaja en el proceso de transformar la enseñanza en la escuela, se reflexiona sobre cómo debe ser la preparación de maestros para apoyar este proceso.
Numerosos proyectos muestran que la mejor forma de contribuir a que los maestros desarrollen una actitud de aprendizaje continuo de su práctica, es trabajar junto a ellos en su transformación (Novick, 1996). Así, es esencial que los departamentos y facultades de educación estén más ligados a la realidad escolar y promuevan la investigación en acción de alternativas a los problemas y necesidades de las escuelas. A partir de estas investigaciones surgen escenarios para el desarrollo profesional del futuro maestro.
En todos los Recintos del sistema existen proyectos en alianza con el Departamento de Educación. Por mencionar algunos, el Proyecto CRAIM y ALACIMA, en Río Piedras, AForMar en Mayagüez, ISMul en Arecibo, el Instituto de Investigaciones Interdisciplinarias, en Cayey, que apoya a estudiantes y maestros de escuelas superiores de municipios limítrofes en proyectos de investigación, el Proyecto PREM en Humacao que motiva jóvenes de escuelas a continuar estudios en las ciencias.  Todas iniciativas muy positivas. Ahora bien, debemos dar un paso adicional y en colaboración con el DE trabajar en cada Recinto, que tenga programa de preparación de maestros,  en transformar,  junto al personal escolar, una escuela convirtiéndola en ejemplar. Este proceso de llevar a la práctica los principios que proponemos, a su vez, llevará a repensar la forma como se prepara a los maestros.
Junto al trabajo conjunto para mejorar el sistema pre-universitario, se debe trabajar por el promover el acceso de los grupos sociales menos representados en la educación superior a los estudios universitarios Diversos países han establecido ésta como una de las prioridades para esta década (2010-2020). Por ejemplo, los ministros europeos en el Proceso de Bologna, así como diecinueve sistemas universitarios de los EE.UU., que lanzan la Iniciativa de Acceso al Éxito. Además del interés por una mayor equidad en la sociedad, esta iniciativa parte del reconocimiento de que el desarrollo económico de una sociedad potenciada por el conocimiento solo puede realizarse plenamente asegurando que todo individuo, independientemente de su trasfondo socioeconómico, tenga las oportunidades de acceder a una institución de educación superior.
La Ley de la Universidad de Puerto Rico enfatiza la atención a los sectores sociales menos favorecidos en recursos económicos. Así establece como una de las responsabilidades de la UPR:
“…Desarrollar a plenitud la riqueza intelectual y espiritual latente en nuestro pueblo, a fin de que los valores de la inteligencia y del espíritu de las personalidades excepcionales que surgen de todos los sectores sociales, especialmente los menos favorecidos en recursos económicos, puedan ponerse al servicio de la sociedad puertorriqueña”.

Sin embargo, las admisiones a la Universidad de Puerto Rico muestran una brecha entre estos estudiantes y los estudiantes más pudientes económicamente. Por ejemplo, se da una brecha entre los estudiantes de escuela pública y los de escuela privada. Así, mientras el 80% de los estudiantes que se gradúan de escuela superior están en las escuelas públicas, en la UPR el grupo egresado de las escuelas públicas constituye el 60 por ciento de la matrícula total.   
El proyecto Acceso al Éxito, de la Vicepresidencia de Asuntos Académicos y Estudiantiles de la UPR, está trabajando por disminuir dicha brecha. Esta no es tarea fácil, pues el problema del acceso de los grupos económicamente más desaventajados es un problema complejo en el que inciden múltiples variables. De hecho, se ha encontrado (Brusi, 2009) que la brecha comienza desde los grados primarios. La solución por tanto no es sencilla y va a requerir una combinación de diversas estrategias para atender la multiplicidad de factores. Partiendo de las estrategias y proyectos efectivos que ha desarrollado el Proyecto Acceso al Éxito, se elaborará, en colaboración con el Departamento de Educación y con la participación de todos los Recintos, un proceso que apoye a los estudiantes de grupos económicamente más desaventajados desde su escuela elemental para que terminen su cuarto año y continúen estudios post secundarios.  
Además del apoyo a la educación formal, la UPR tiene un caudal de riqueza, que es preciso potenciar, para enriquecer la educación informal de estudiantes y de la ciudadanía en general. Por ejemplo, la colaboración del Proyecto PREM de Humacao y el Museo Casa Roig en preparar exhibiciones sobre la nanotecnología, las exhibiciones y actividades del Museo del Recinto de Río Piedras.
A la par que se amplían los vínculos para apoyar la educación pre-universitaria, se debe trabajar por fortalecer la educación continua, atendiendo entre otras cosas la actualización técnica y profesional. A partir de los resultados de la evaluación de la actividad hasta el presente, atender las áreas de necesidad, así como las de oportunidad. Cada Recinto identificará necesidades de su área geográfica que pueda atender a través de cursos y talleres. Al igual que con el sistema pre-universitario, debe haber una mayor interrelación entre la educación continua y la educación universitaria. A la par que se colabora por desarrollar los talentos y competencias de la población adulta, la educación continua puede convertirse en una fuente de ingreso para la UPR.

e.     Mejorar la comunicación con los estudiantes, sus servicios y enriquecer su experiencia universitaria

La comunicación con los estudiantes debe comenzar desde su escuela superior. En colaboración con el Departamento de Educación,  los Recintos, los Proyectos TRIO  y el Proyecto Acceso al Éxito se ampliará la labor que actualmente se lleva a cabo para motivar, informar y preparar a los futuros universitarios, sobretodo se hará un esfuerzo especial para apoyar a los estudiantes de menos recursos económicos. Los propios estudiantes universitarios, sus organizaciones estudiantiles, son un recurso excelente para fortalecer estas iniciativas. La Presidencia, a través de su Vice Presidente de Asuntos Estudiantes, promoverá la colaboración entre estas iniciativas de forma que su efecto se multiplique.
Una vez el estudiante ingrese a la UPR se fomentará que cada Recinto establezca lazos de comunicación con los estudiantes. Se impulsará, también, con la participación de los estudiantes, que se analicen formas de mejorar los servicios, la oferta académica, así como el ambiente de interacción estudiantil. Necesitamos mirar al estudiante en forma holística y atender su desarrollo socioemocional. En este sentido, es necesario abrir espacios que fomenten el intercambio de estudios para fomentar que nuestros estudiantes obtengan experiencias variadas y diversas que les permitan desarrollarse de manera completa al momento de su graduación y su posterior inserción al mundo del trabajo profesional. La reciente iniciativa de la Facultad de  Ciencias Sociales, de la UPR en Río Piedras que, junto a su Consejo de Estudiantes inauguró la Red(es) Sociales, un espacio de estudio e interacción para sus estudiantes y facultad, es ejemplo de la actividad que hay que potenciar.
Es preciso, también, fortalecer la infraestructura que apoye la investigación subgraduada. Aumentar las posibilidades de realizarla y de presentar sus resultados en foros en el país y en el exterior. A la vez que se enriquece la experiencia del estudiante se fortalece el acervo para los estudios graduados.  Las experiencias en las investigaciones en ciencias y matemática deben servir de ejemplo a otras áreas del saber. Al mejorar la infraestructura para la investigación se trabajará en aumentar los fondos externos con estos fines. Ahora bien, se fomentarán  otros mecanismos de generar fondos como los fidecomisos y fondos dotales en las facultades.
Entendemos que la relación de trabajo con los estudiantes es una que se debe fomentar de manera coordinada y sistemática. Los Consejos de Estudiantes de facultad y los Consejos Generales de Estudiantes de cada recinto tendrán el espacio para trabajar y canalizar sus inquietudes, a través de un Comité de Estudiantes que estableceremos a nivel de Presidencia, con representación de cada Recinto. El Comité se reunirá bimensualmente con la Presidenta y la Unidad de Planificación Estratégica de forma que se integren en los procesos de planificación  el insumo de los estudiantes. El Comité incluirá, además, la participación del Síndico Estudiantil.
Otro aspecto que consideramos medular en el asunto relacionado con los estudiantes son los servicios directos que éstos reciben. Una acción inmediata que haremos en la Presidencia será revisar todos los procesos administrativos y logísticos, ya que consideramos que muchos estudiantes de nuestro sistema universitario emigran por la necesidad imperiosa que tienen de ser mejor atendidos. Buscaremos soluciones y posibilidades de mejorar los servicios directos a corto, mediano y largo plazo. La reingeniería de estos procesos contará con la participación directa de los Consejos de Estudiantes.

f.      Diversificar y ampliar las fuentes de ingreso de la UPR de forma que se aumente la autonomía universitaria y se fortalezca la labor docente, los servicios a los estudiantes, y al personal no docente

El 11 de agosto de 2011, Moody había colocado el crédito de la UPR en alerta para una posible rebaja en la clasificación de riesgo y valoración de sus  activos financieros lo que encarece su crédito.  Explicaba la agencia que la decisión se debía a que la UPR tiene una fuerte dependencia de los ingresos del Gobierno. El 75% de sus ingresos provienen del Fondo General.
En estos momentos en que los recaudos del Gobierno se han reducido en los pasados años y no se proyecta un aumento significativo que recupere los niveles anteriores, repercutirá adversamente en los fondos asignados a la UPR. Es necesario trabajar por diversificar y ampliar las fuentes de ingresos de la UPR, a la vez que por utilizar en forma más eficiente los recursos y activos disponibles. Para esto se requiere un esfuerzo colectivo de todos los componentes de la comunidad universitaria. La Universidad de California en Berkeley, tras los cortes drásticos que hizo el estado a su aportación a la universidad, inició el proceso Operational Excellence: Doing Much More with Less (Szeri, Lyons, Huston, Wilton, 2013), un proceso participativo que a través de un cambio en la cultura administrativa y operacional logró economizar en las labores administrativas, a la vez que las hace más eficiente permitiendo así ampliar las fuentes de ingreso. El objetivo no fue reducir los costos, sino economizar para apoyar las actividades que apoyan la misión de la Institución. Se estudiará este proceso tomando ideas para la UPR de forma que se economice, por ejemplo en los gastos de electricidad, de papel, a la vez que se convierte en una operación más amigable al ambiente; a la par se amplíen las fuentes de ingreso, por ejemplo al:
1.     Utilizar de las instalaciones universitarias que estén sub-utilizadas y considerar cómo las mismas podrían ser fuente de fondos. Se requiere un inventario actualizado de las propiedades de UPR para arrendamiento o venta;
2.     Desarrollar una gestión empresarial que aumente los recursos que generan las empresas universitarias, así como las Divisiones de Educación Continua;
3.     Junto al personal no docente, identificar formas más eficientes y costo efectivo para los trámites universitarios;
4.     Mejorar la infraestructura de apoyo para incrementar los fondos externos;
5.     Ampliar los contratos de estudios y servicio con el gobierno y las empresas;
6.     Crear fideicomisos y corporaciones sin fines de lucros asociadas a las facultades que faciliten ofrecer servicios que redunden en ingresos para las facultades y para la UPR;
7.     Incrementar el fondo dotal.
Para lograr este último objetivo es importante que la UPR comunique al país la importancia de apoyar la labor de la UPR, dando a conocer cómo las diversas  actividades de la UPR benefician al país. Generar así el apoyo que se necesita para el desarrollo de la UPR.

g.    Estrategias de acción
¿Qué papel debe jugar la Presidencia en llevar a la práctica esta agenda? 
a.     Continuar y fortalecer el proceso de Planificación Estratégica, con representación de cada recinto, que partiendo de los indicadores de Avalúo y la evaluación hecha hasta el momento de los diversos componentes de la Agenda y analizando el contexto, planifique para los escenarios futuros
La UPR debe estar constantemente analizando los escenarios futuros para aportar a la planificación del desarrollo de los Recintos. Así junto al Gobierno, la empresa, Institutos de Investigación públicos y privados, como el Centro de la Nueva Economía, el Instituto de Estadística de PR, así como entidades internacionales, analizar los desarrollos en los saberes, en la tecnología, la economía, la cultura de manera que los esfuerzos de la UPR no sean para atender crisis, sino para atender en forma planificada las necesidades y oportunidades. Por ejemplo, desde hace años se observa una tendencia entre los estudiantes a realizar simultáneamente sus estudios y el empleo remunerado fuera del Recintos. En lugar de lamentarnos por la pérdida del estudiante a tiempo completo se debe analizar cómo transformar esta situación en una oportunidad.  De hecho, mientras dirigía un Comité del Senado Académico de Río Piedras que miraba críticamente las estadísticas observamos  que entre los estudiantes que no terminan sus estudios la mayoría son varones y estudiantes de bajos recursos. Interesados en abundar sobre las causas que llevan a los varones a abandonar el Recinto llevamos a cabo un grupo focal con varones que estaban en “riesgo” de  darse de baja. La conversación con estos jóvenes fue muy interesante. Eran jóvenes talentosos pero con un perfil diferente al que tradicionalmente se utiliza para diseñar los programas académicos. Trabajan y tienen una diversidad de intereses, difíciles de combinar en sus programas. La conversación apunta a la necesidad de atender estudiantes con perfiles diferentes al que tradicionalmente se piensa. Ahora bien, aún el grupo de estudiantes que proseguiría estudios universitarios “tradicionales”  exige una diversificación en sus programas. De hecho, se habla mucho de la deserción escolar, pero no se está consciente que la deserción a nivel universitario es mayor. ¿No nos estarán diciendo estos números que al igual que la escuela, la universidad necesita nuevos modelos que atiendan la diversidad?  Así hay que desarrollar alternativas para los estudiantes que estudian y trabajan, y cuyos intereses cruzan las líneas tradicionales de las disciplinas. Pensar también cómo sus experiencias de trabajo pueden enriquecer su desarrollo académico. De hecho, se ha tenido muy buenas experiencias con los internados y experiencias de práctica profesional tanto a nivel subgraduado como graduado mayormente en el área de empresas. El trabajo del estudiante se podría dirigir a estas experiencias ampliando las alternativas para otras áreas de estudio.
La tecnología puede apoyar a atender estudiantes no tradicionales. Así la Universidad Extendida en los Recintos de Aguadilla, Bayamón, Cayey, Humacao y Ponce es ya una alternativa para esta población.
En la sociedad del conocimiento que requiere la formación continua, cada día aumentará el número de personas que trabajan e interesan terminar sus estudios, ponerse al día en su área de interés, o desarrollarse en una nueva dirección. También crece el número de personas retiradas con interés en enriquecer su ocio. Para atender esta población se requieren vías mucho más flexibles entre los diferentes programas, con la educación continua, y entre la universidad y el mercado laboral.
La unidad de planificación estratégica estará a cargo de evaluar la efectividad institucional y a partir de ésta, de las proyecciones de los ingresos de la UPR y de la Agenda Universitaria sugerirá la asignación de presupuesto. Para apoyar la labor de la planificación estratégica es necesario fortalecer a nivel de Presidencia el componente de Investigación Institucional y el desarrollo de un plan finaciero.

h.    Identificar, en colaboración con los Recintos, prácticas que ejemplifican los principios de la Agenda para la Planificación en la Universidad de Puerto Rico (2006-2016): Diez para la Década, comenzando por las iniciativas prioritarias, y utilizando el conocimiento de los participantes en estas prácticas construir procesos que faciliten su labor, así como motiven a otros a construir nuevas alternativas

Como se ha ido apuntando, existen ya prácticas que ejemplifican la visión de la UPR del siglo XXI. Junto a los Recintos se irán identificando estas prácticas que son ya ejemplos de la Universidad que aspiramos. Se formarán comités de trabajo que incluyan profesores, estudiantes y no docentes de estos proyectos que revisen la reglamentación y políticas universitarias para agilizar y hacer trasparentes estas actividades. A la vez se identificará  para los diversos componentes de estas actividades a qué nivel deben estar los apoyos a las mismas: a nivel de departamento, facultad, recinto o sistema. Se dirigirán entonces los recursos al nivel que mejor apoye cada componente. Por ejemplo, la Vice Presidencia de Investigación ha diseñado a nivel de sistema una estructura que apoye a los proyectos en el proceso de cumplimiento con las reglamentaciones y guías de fondos federales evitando así la duplicación de esfuerzos. En otras instancias estos apoyos deben estar a un nivel más cercano al proyecto.
Se trabajará también por identificar los elementos y factores que favorecen o que obstaculizan a los investigadores y centros de investigación de la UPR desarrollen iniciativas empresariales a partir de sus proyectos de I+D.

i.      Apoyar la conectividad dentro de los Recintos, entre Recintos, de los Recintos con el gobierno, las empresas, grupos comunitarios y universidades, tanto de Puerto Rico como del exterior
Como planteé anteriormente, los problemas y oportunidades de hoy requieren de una colaboración inter (multi) disciplinaria. Se sugerirá a los Rectores que promuevan la conectividad en sus Recintos. La Presidencia con su equipo de Rectores trabajarán por multiplicar las alianzas entre las unidades para enriquecer la investigación, la enseñanza y  el servicio. La colaboración, dentro de los Recintos y entre los Recintos de la Universidad de Puerto Rico da paso a excelentes oportunidades académicas.  Permite aprovechar al máximo las fortalezas de cada unidad, enriqueciendo el conjunto con la riqueza, vitalidad y especificidad idiosincrática de cada una de sus partes.  
Por ejemplo, las seis escuelas del Recinto de Ciencias Médicas, deben unir esfuerzos en desarrollar un modelo salubrista de salud que sirva de modelo al país y que se enriquezca con la experiencia de trabajarlo con la comunidad. Se deben ampliar los programas graduados conjuntos entre las unidades del sistema; se debe facilitar el que los estudiantes del sistema puedan tomar cursos en los diversos recintos. Además de enriquecer la experiencia universitaria, esta colaboración puede producir alternativas nuevas a los problemas de nuestro país. Además redundará en la reducción de los costos al coordinar los servicios. Por ejemplo, las bibliotecas, recurso indispensable para la labor universitaria, podrían ampliar la coordinación de la adquisición y utilización de los recursos. Varios recintos podrían tener en común unidades para conseguir fondos externos. En el área de las actividades culturales, se debe enlazar las oficinas de actividades culturales y otras entidades dedicadas a la gestión cultural universitaria a través de una red colaborativa con el objetivo de fortalecer la programación cultural del sistema UPR. La actividad cultural y artística debe entenderse como parte integral de la experiencia universitaria y cada Recinto debe tornarse un centro irradiador del quehacer cultural con una programación diversa, plural y de excelencia que contribuya al desarrollo intelectual del estudiantado, de la comunidad universitaria y de su entorno regional. Un buen sistema de información sería un gran recurso para todas estas formas de colaboración.
Además de la colaboración entre las unidades del sistema, se debe ampliar la colaboración con otras instituciones de educación post secundaria de Puerto Rico y con universidades del exterior. La reciente columna del Dr. Efrén Rivera, en el Nuevo Día relata una experiencia extraordinaria de la Escuela de Derecho con Barcelona. El proceso de intercambio con otras instituciones permite también estudiar modelos para apoyar la investigación, la labor creativa, la enseñanza y el servicio que han dado buenos resultados de los cuales se puede aprender. 
Finalmente, la UPR debe apoyar la coordinación entre la academia, la empresa y el gobierno para crear un sistema coherente que apoye el desarrollo de un ecosistema emprendedor, como apunta un informe que rindió la AAAS, según citado en la Política de Ciencias, Tecnología e Innovación desarrollada por un Comité de EPSCoR[1] (2012).

j.      Comunicar al país y en foros internacionales las posibilidades de la UPR
Para lograr una mayor colaboración con el gobierno, las empresas y grupos comunitarias, así como un mayor apoyo al fondo dotal de la UPR, es importante comunicar en términos no técnicos las aportaciones de la UPR al país a través de la creación del conocimiento  y el desarrollo de ideas fundamentales que mueven la economía, mejoran nuestras vidas y enriquecen nuestro acervo cultural. A la par hacer trasparente el uso de los fondos y la necesidad de ampliar los mismos para mantener la excelencia académica. En esta tarea las escuelas de Comunicación pueden ser aliadas, a la vez que ofrecen un laboratorio a sus estudiantes.
Identificar también las áreas en que la UPR puede presentar aportaciones a la labor académica a nivel internacional de forma que se multipliquen las alianzas con universidades e institutos de investigación a través del mundo. 

k.     Establecer un ambiente de confianza, de participación y de resolución de conflictos a través del diálogo y la negociación

Un reto que tiene la Universidad es desarrollar una organización administrativa que deje atrás el modelo adversarial y piramidal, reflejo de la era industrial. En esta dirección tienen que trabajar tanto la administración, como los docentes, estudiantes y no docentes. De parte de la administración se debe hacer transparente el presupuesto de forma que se aumente la confianza en el uso de los fondos. Es necesario también adoptar un modelo de resolución de conflictos en el cual las diferencias se puedan resolver sin necesidad de recurrir a actuaciones de confrontación que paralizen la institución.

Palabras finales
He presentado un esbozo del Plan Académico-Administrativo. Mi estilo siempre ha sido que la versión final del Plan la elaboro con mi equipo de trabajo y con la colaboración de los actores que llevarán el Plan a la práctica. En este proceso veo la Presidencia desarrollando un marco para reorganizar la institución que permita que desde los recintos se forjen las alternativas para mejorar la enseñanza, investigación y servicio al país.  Estos cambios requieren un clima de colaboración e intercambio entre los docentes, estudiantes y personal administrativo. Reconozco que lograr los mismos requiere que rompamos con esquemas que hemos sostenido por décadas. Sin embargo, si queremos que la UPR siga sirviendo al país en el nuevo siglo es necesario, como dice el Dr. Luis Yarzábal en su libro de la UNESCO, imaginar y definir nuevas estructuras  académicas, y encontrar formas adecuadas para su articulación". A este fin dedicaré mi mayor esfuerzo.



Referencias
Brusi, R. 2009. “Si te dejas llevar” universidad, geografía y desigualdad. San Juan: Fundación Francisco Carvajal.

Christensen, C.M. y Eyring, H.J. 2011. The Innovative University: Changing the DNA of Higher Education from the Inside Out. San Francisco: Jossey-Bass.

CINDA (Centro de Interuniversitario de Desarrollo).2007. Educación Superior en Iberoamérica. Chile: RIL Editores.

Collins, S.M., Bosworth, B.P y Soto-Class, M.A. 2006. The Economy of Puerto Rico: Restoring Growth. Virginia: R.R. Donnelly.
García Padilla, A. 2012. La Universidad y el País: Escenarios del Siglo 21. San Juan: Editorial Cordillera.

Kimball, B.A. 1995. Orators and Philosophers: A History of the Idea of Liberal Education. New York: College Entrance Examination Board.

Novick, R. 1996. “Actual schools, possible practice: New direction in professional development”. Northwest Regional Laboratory. Educational Policy Analysis Archives, 4 (14).

Puerto Rico EPSCoR State Committee. 2012. “Puerto Rico’s State Policy on Science, Technology and Innovation”. Recuperado de htpp://www.hpcf.upr.edu/prstp

Szeri, A.J., Lyons, R., Huston, P. y Wilton, J. 2013. “Operational Excellence: Doing Much More with Less” htpp://cshe.berkeley.edu/






[1] “In 2005, the AAAS, the largest S&T association in the world, was commissioned by the EPSCoR program to assess the state of the Innovation Enterprise in PR. The resulting Report was entitled: Innovation Management: Establishing an Entrepreneurial Ecosystem Report prepared by AAAS for the EPSCoR State Committee in 2005 [10]. The Report made recommendations on how to improve the innovation process in the Jurisdiction. After meeting with the major players of the innovation enterprise, they reported that: a) in the last two decades the academic sector had developed a competitive S&T, R&D, and human resource development infrastructure capable of sustaining innovation; b) two technology corridors and incubators were in place, capable of sustaining S&T Start-up business; c) had a strong S&T based industrial sector; d) but had failed to harness all of these pieces of the “puzzle” into a coherent, systemic and effective Innovation Enterprise. They recommended revising the existing S&T Policy to bring together all the pieces of the puzzle into an “Entrepreneurial Ecosystem” that could make innovation central to the Jurisdiction economic development strategy”.